miércoles, 1 de agosto de 2007

Buena partida, maestro

La vida pasa inexorable para todos, ricos y pobres, negros y blancos, genios y simples mortales. Al final la Parca se nos acaba llevando a todos de la misma manera. Bien lo expresa el dicho: "la muerte está tan segura de su victoria que nos deja toda una vida de ventaja".

El cine, aun a pesar de todo su glamour y espectáculo, nunca ha escapado a ésto. Desde que pasó la época dorada, allá por los años 40-50, cada cierto tiempo (y con la periodicidad propia de una maquinaria de relojería suiza) nos levantamos con una noticia como ésta. Ayer le tocó a uno de los más grandes, el sueco Ingmar Bergman.


El creador de obras ya históricas como "Persona", "El Séptimo Sello" o "Fanny y Alexander" (por citar las más conocidas), hombre influenciado por grandes nombres como Ibsen o Kierkegaard y poseedor de un palmarés digno sólo de un genio como el que poseia, exhalaba su último suspiro a los 89 años (recién cumplidos) en su hogar en la isla de Fårö, donde estaba retirado por voluntad propia desde hacía algunos años, y que sólo abandonaba en contadas ocasiones y por motivos muy puntuales. El cine se quedaba un poco mas huérfano.

Pero la muerte no se detiene. Hace ahora diez años, se llevó seguidos, entre el 1 y el 2 de Julio a dos mitos como Robert Mitchum y James Stewart. Y el mismo día que viajó a por Bergman, decidió pasarse por Roma y recoger sólo unas horas después a Michelangelo Antonioni.


Otro de los grandes nombres del cine, estandarte junto con Fellini o Rosellini entre otros de un cine Italiano que vivió épocas de esplendor nos dejaba a la nada desdeñable edad de 94 años. La lista de premios y homenajes que recibió hablan también muy a las claras de la categoría de Antonioni. Al final, dos formas muy diferentes de ver el cine y la vida, que en su paso entre nosotros nos han dejado toda una lista de regalos. Quien alguna vez haya visto algo de alguno de los dos, sabrá que siempre recibió algo a cambio, una sensación. Desde luego, a nadie de quienes les conocieron dejaron indiferentes, y su paso será recordado durante años.

Cuando pasa la justiciera a por alguien que ha dejado algo en tu vida, aunque sea un leve poso, la sensación de que un pequeño hueco se abre perdura durante unos días. Aun hoy recuerdo los momentos de las muertes "cinematográficas" que mas me han afectado (por la importancia de los personajes y por la época en que me pillaron), las de Katharine Hepburn y Billy Wilder (29 de Junio de 2003 y 27 de Marzo de 2002). Después de asimilar la noticia, uno nunca puede evitar hacerse la pregunta: ¿Quién viene ahora? Y cada vez quedan menos maestros.

Al menos, nos queda el consuelo de recordar al único que de momento va ganando en su particular partida, el portugués Manoel de Oliveira.


El último director vivo de todos lo que empezaron sus carreras en el cine mudo, y que cumplirá 99 años éste 11 de Diciembre, no sólo no ha dado por finiquitada su carrera, sino que ha acelerado considerablemente su ritmo. Desde el año 1990, cuando "sólo" tenía 82 años ha cogido (y no ha soltado) el complicado ritmo para un cineasta (y más con su edad) de una película cada año. Y desde el año 2005 lo ha multiplicado por dos, de manera que en los últimos 17 años ha dirigido 35 películas...y en los 59 anteriores se quedó en 21. Cuando Oliveira muera, cosa que tendrá que trabajarse mucho la de la guadaña, visto lo visto, con él se irá una época completa del cine, y la historia viva dejará paso a la contenida en viejos anaqueles y en raídas películas con fecha de caducidad. Las clases ya están dadas;ahora sólo queda prestar atención y aprender.

Desde luego, no me queda ninguna duda de que como los otros dos, Bergman lo ha hecho lo mejor que ha podido. Hasta el último momento nos enseñó algo.

Y cuando le llegó la hora, el viejo maestro demostró su más famosa lección: Al final, ella siempre gana.

2 comentarios:

Woodmaker dijo...

Los maestros van cayendo, pero solo fisicamente. La inmortalidad ya está alcanzada.

Saludos, amigo

danielakis dijo...

Hombre, me había olvidado de responderte!

Pues si, caen, pero no en el olvido, como bien dices.

[modo cachondo on]Quien sabe, igual sólo nos están haciendo sitio[modo cachondo off]